Relato breve

 

Imagen de Pixabay

Los parques se siguen continuando¹


«Ambos ocultamos el grito de asombro.
Allí estaba.
Apoyado sobre un lecho de algodón rosa, redondo, imponente, obstinadamente negro: el punto final».²

Puso el señalador en la página y cerró el libro. Un estremecimiento la abrazó por un instante. No hizo ningún ruido, pero sabía que él estaba detrás de ella. Hacía tiempo que ambos presentían la presencia del otro, hacía tiempo que ambos caminaban por la casa como si estuvieran en una misión secreta hurgando en una propiedad privada.

Ahogó un suspiro. El escalofrío que le recorrió la espalda le dijo que había llegado el momento.

Giró sobre la silla.

Allí estaba él, Tincho, parado sin expresión alguna en su rostro y sosteniendo una familiar caja amarillenta con ambas manos. Decidido. La miró unos largos segundos y pronunció aquellas temidas palabras que durante tanto tiempo uno evitó decir y la otra evitó escuchar.

–Tenemos que hablar.


1. Referencia al cuento La continuidad de los parques de Julio Cortázar.
2. Cuento Paréntesis de Gabriela Bucci. 

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