Irresistible, mi pase al maravilloso mundo de la novela romántica
Venía desde hace tiempo leyendo novelas románticas o que
pretendían serlo. Digo que pretendían serlo porque no fue hasta que me topé con
Irresistible de Lisa Kleypas que descubrí que esa era una novela romántica ( y
no solo romántica), que esa era el tipo de historias que yo venía teniendo
ganas de leer y de escribir, pero no me animaba a esto último porque no quería
que me encasillaran en un rubro que no sentía como tal.
Irresistible de Lisa me abrió los ojos, los poros, las
sensaciones a otro mundo, otra dimensión. Sí, se podía sentir la piel de
gallina, las mariposas en el estómago, el deseo, la angustia, la desesperación
tan solo por leer. ¡Una se podía enamorar por el simple hecho de leer!
No quería dejar de leer. Agradecí que el día que elegí para leer ese libro el tren Roca tuvo problemas —como de costumbre— y me vi varada en la estación por mas de dos horas, tiempo suficiente para leer mas de medio libro, no quería llegar al trabajo ese día.
¿Qué tiene de particular Irresistible, más allá de la
calidad de Lisa para escribir y detallar todo tipo de situaciones, lugares y
sensaciones? Sus personajes, sobre todo el femenino; Amanda Briars en una época
en donde la mujer era relegada a la cocina ella se abrió paso sola, se metió en
un mundo prohibido para las mujeres: la escritura. No era común que las mujeres
publicaran con su nombre. Que escribían sí, pero por lo general sus
publicaciones se hacían bajo seudónimo masculino o solo con sus iniciales para
que no se supiera que la autora de ese libro era una mujer. Ella quebró todas
esas reglas absurdas y no solo eso, logró ser respetada.
Su vida no estaba atendiendo al marido y criando hijos,
su vida estaba en las letras. Tan asumido tenía su rol en la vida, y lo llevaba
tan … que decidió ir por más y entrar al mundo del pecado. Ahí fue cuando lo
conoció, y digamos la verdad… ¿quién no se enamoraría perdidamente de semejante
morochazo? Nadie en su buen juicio. Jack Devlin es la perdición de todas. Y no
digan que no…
La historia que los une, cómo el se abre, rompe su
armazón cuando está frente a la inteligencia de Amanda, aun sin ser físicamente
la belleza de moda. Su inteligencia y agudeza verbal lo conquistó y ella por
primera vez, iba a poder escribir de amor y pasión con conocimiento de causa,
porque hasta ese momento escribía de algo que no conocía.
Y eso mismo siento que le pasaba a
Amanda… En el fondo no se resignaba a no conocer el amor, la pasión, era solo que,
con mucha paciencia, algo que a la mayoría nos falta, aguardó a que llegara el
indicado; y tuvo su recompensa. Ambos protagonistas. Ambos se salvaron
mutuamente. Y, ¿no es eso lo lindo de estas historias: que te dan un poco de
esperanza, de ilusión?
Contame, ¿hay algo en tu vida, en tu historia de lo que
hablás o escribís o leés, pero que todavía no pudiste vivir? ¿Hay algo de
Amanda en vos?
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